Las modificaciones se dan en medio del escándalo que involucra a la Comisaría 12º
La unificación de las Policías Federal y Metropolitana en la flamante Policía de la Ciudad vino con importantes novedades en este enero. A partir de 2017, las 54 comisarías porteñas y todas las jurisdicciones tendrán nueva jefatura. Rotaciones, ascensos y modificaciones de funciones son algunas de las opciones con las que ha contado el Ministerio de Seguridad para mostrar una lavada de cara para la nueva fuerza comunal.
En el barrio de Caballito, nuestras tres comisarías también cambian de mando. Al frente de la Comisaría 11º (Av.Diaz Velez 5152) llega Gustavo Reynoso; Oscar Dolcemascolo se hará cargo de la 12º (Valle 1454) y Sergio Stodulski, quien era segundo en la 11ma, quedará como responsable de la 13era (Av. Avellaneda 1548).
Este recambio general llega en un momento muy delicado, en particular para la Comisaría 12º. Tan sólo hace un mes y medio atrás, en un hecho insólito, la misma fue allanada por pedido del Fiscal Carlos Rímolo y tres policías fueron imputados. El inspector Gonzalo González y los cabos primeros Antonio Ezequiel Vecchio y Carlos Arnaldo Molas fueron detenidos, acusados de integrar una banda delictiva que habría secuestrado a un comerciante del barrio para cobrar 17.000 dólares por su rescate. Hasta el momento, no hubo acusaciones contra el Comisario a cargo, Walter Colamorea.
Quien llega a reemplazar a Colamorea, en estas circunstancias, es Oscar Dolcemascolo, quien ya ha conocido su cuota de escándalos policiales en el pasado. Hace seis años, en 2011, fue desplazado como subcomisario de la comisaría 44º de Liniers por la entonces Ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré. La Comisaría a su cargo estuvo involucrada en la bochornosa muerte de Ramón Aramayo, un hincha de San Lorenzo que falleció luego de ser golpeado por efectivos de la misma en el cacheo previo a la entrada a la tribuna visitante del Estadio “José Amalfitani”, donde el Ciclón se enfrentaba a Vélez Sarsfield.
Hace unas semanas nomás, en un fallo muy cuestionado, los tres policías imputados por la muerte de Aramayo fueron absueltos, tiñendo de impunidad esa Comisaría 44º de la que fue parte Dolcemascolo.
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