María Rodríguez Romero es Coordinadora de Políticas Públicas de la Fundación Rumbos, una asociación civil que impulsa cambios para que la ciudad de Buenos Aires sea 100% accesible para todos. En 2017 realizaron un importante trabajo de investigación sobre las veredas de la ciudad y las dificultades de accesibilidad que se registran en cada comuna. Revista 6 dialogó con ella para conocer detalles y conclusiones del trabajo realizado, particularmente en lo que se refiere a la Comuna 6.
Revista6 – ¿Cómo comprendemos la accesibilidad? ¿Qué quiere decir que un entorno o un espacio sea accesible?
María Rodríguez Romero (MRR) – La accesibilidad es la cualidad de fácil acceso para que toda persona, cualquiera sea su capacidad de movilidad, de comunicación o de entendimiento, pueda llegar a un lugar, alcanzar un objeto u obtener un servicio. Los entornos que brindan accesibilidad posibilitan que toda persona, incluso las personas con discapacidad, pueda trasladarse, tomar fácilmente cualquier medio de transporte, ingresar a un edificio o comercio, desarrollar una actividad, participar socialmente, comunicarse y recibir información de manera clara.
La accesibilidad es una de las condiciones básicas para el ejercicio de los derechos humanos y ciudadanos.
Revista6 -El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires afirmó este año que varias comunas, entre ellas la Comuna 6 (Caballito) es 100% accesible. ¿Qué perspectiva tiene Rumbos sobre eso?
MRR – Este anuncio crea falsas expectativas y centra la accesibilidad en la existencia o no de rampas en las esquinas.
Por un lado… ¿Cuál es el estado de esas rampas? ¿Están enteras? ¿Están bien hechas? ¿Están construidas con materiales que van a perdurar en el tiempo?
Por otro lado, si concebimos a la persona con discapacidad como alguien socialmente activo ya no basta con hacer rampas en la esquinas. Hay que pensar en itinerarios peatonales accesibles: veredas sanas, rampas suaves, sendas peatonales seguras, medios de transporte accesibles, ingresos a edificios accesibles y baños adaptados.
Revista6 – Rumbos realizó un relevamiento de accesibilidad de Caballito. ¿Qué encontraron?
MRR – Encontramos que 9 de cada 10 frentes tienen veredas con algún tipo de problema. Presentan entre 2 y 3 problemas en promedio. Los principales son de baldosas, en 7 de cada 10 frentes, y de tapas de servicios (hundidas, elevadas, rotas, flojas o faltantes), en 6 de cada 10 frentes. En 2 de cada 10 frentes hay elementos sobresalientes o hundidos, peligrosos para el peatón.
En 2 de cada 10 frentes, existe un desnivel en la línea de encuentro con el frente siguiente. Por ejemplo, la vereda nueva de Av. Rivadavia y Acoyte hecha por GCBA tiene 3 cm. de desnivel con respecto a los frentes colindantes.
Otro tema preocupante son las roturas hechas por empresas de servicios públicos. 2 de cada 10 frentes presentan roturas por ese motivo.
El 6,4 % de los frentes muestra una reparación defectuosa por parte de esas empresas.
Al relevar los árboles encontramos que 2 de cada 10 presentan raíces que rompen la vereda.
En cuanto a las rampas de las esquinas, encontramos que 7 de cada 10 tienen problemas. Presentan 2 problemas en promedio. Encontramos rampas con un escalón de 4 y hasta 5 cm. mientras que la ley 962 marca un desnivel máximo de 1 cm. En 3 de cada 10 rampas hay rotura perimetral y en 3 de cada 10 rampas la señalización háptica (táctil) está rota.
Revista6 –Las personas con discapacidad enfrentan importantes barreras en su vida cotidiana. ¿Qué avances se han logrado en los últimos años? ¿Cuáles son las deudas pendientes?
MRR – Como avance podemos decir que se habla más de la accesibilidad. Se empieza a entender que una sociedad moderna es una sociedad socialmente inclusiva y físicamente accesible. Sin embargo, viendo los resultados de los relevamientos, queda en claro que la materialización de este concepto es muy precaria aún.
¿Deudas pendientes? Mejorar el estado de las veredas de manera integral y duradera en el tiempo. Resolver de manera efectiva y segura la transición entre vereda y calle, evitando las pendientes y contrapendientes producidas por las capas de asfalto. Evitar la ocupación de la vereda por parte de kioscos, canteros, motos, carteles, etc. que reducen el espacio de circulación y ponen en peligro al peatón.
Otro tema pendiente, que genera un profundo impacto en la calidad de vida de las personas con discapacidad es el transporte. Según la Encuesta Anual de Hogares 2011 de la Dirección General de Estadística y Censos más de la mitad de las personas con discapacidad en CABA encuentra problemas u obstáculos para acceder al transporte público (57,0%). Hay que garantizar que los medios de transporte sean realmente accesibles. Los ascensores de los Subtes muchas veces no funcionan, de hecho no son confiables. El Metrobus también produce desniveles y la distancia entre la plataforma y el colectivo ya generó accidentes en personas con discapacidad.
Revista6 – El Gobierno está impulsando una modificación en el Código de Edificación de la ciudad. ¿Cuál es la opinión de Rumbos acerca de éste borrador?
MRR – Luego de años de avances en discapacidad y derechos humanos, este borrador mantiene falencias y excepciones del Código que pretende reemplazar, y genera un retroceso en materia de accesibilidad.
El Borrador no innova para revertir el deterioro de las veredas. La propuesta de Rumbos es que el Estado debe hacerse plenamente responsable de la construcción, reparación y mantenimiento de veredas, ya que son parte del espacio público. Los frentistas no son los causantes ni deben ser responsables por su deterioro.
En cuanto a locales comerciales, el Borrador permite que no tengan accesibilidad comercios de menos de 100m2, pese a que numerosos comercios tienen menos de esa medida. Nosotros proponemos que todos los comercios tengan accesibilidad en el ingreso. Que sólo aquellos con menos de 60m2, estén exentos de instalar sanitarios.
Si bien hubo avances en la accesibilidad de las escuelas estatales, gracias a una acción de amparo de Acceso Ya contra el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el borrador del nuevo Código admite que continúen funcionando escuelas privadas inaccesibles. Las escuelas de gestión privada de CABA albergan una población escolar superior a los 360.000 estudiantes (aproximadamente el 50% del total de alumnos). Rumbos propone que no haya más escuelas públicas ni privadas inaccesibles.
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