El Gobierno de la Ciudad realizó la “audiencia pública no vinculante” para aumentar el valor del boleto del subterráneo. Si crees que el aumento es igual de perjudicial para todos, hoy exponemos la situación de la Linea E que utilizan los vecinos de Caballito sur y es la de peor servicio de la ciudad.
En los primeros días de agosto entró en vigencia el aumento de subte que había sido postergado por un amparo judicial y que la justicia dejó caer en la misma fecha que el Ministerio de Transporte aplicó el aumentó en el boleto de colectivos y trenes, en un acto de coordinación entre distintos poderes que despertó la suspicacia de los mas republicanos. Cuando nos estábamos acostumbrando al aumento de $ 7,50 a $ 12,50 se realizó la audiencia pública para un nuevo aumento que ya entró en vigencia. El nuevo aumento propuesto será de $ 1 por mes y se empezó a aplicar el 20 de noviembre, subiendo a $13,50, aumentará nuevamente en diciembre (a $ 14,50) y en enero (a $15,50). Y así se prevé que ocurra durante todo 2019.
Se trataría de un aumento interanual del 120% ya que un año antes (febrero de 2018) costaba $ 7,50. Aseguran también que se mantendrá la tarifa escalonada para quienes hacen uso frecuente de ese servicio aunque las denuncias en las oficinas de SUBE abundan ya que el defectuoso funcionamiento de los molinetes hace caer el beneficio.
¿Quien quiere el tren fantasma teniendo la Línea E?
Que la línea E arrastra desde hace largo tiempo, y en especial en los últimos años, problemas serios de funcionamiento no es ningún secreto. Los caballitenses que utilizan las estaciones de Av. La Plata, José María Moreno o la de Emilio Mitre (que aunque geográficamente está en parque Chacabuco muchos de sus usuarios son residentes de caballito) vienen padeciendo un servicio de pésima calidad que, con el nuevo aumento, conjugará la idea de “caro y malo”.
Sólo en el último año hubo decenas de reclamos en la Legislatura; algunos para que se declare a la línea en emergencia, otros de usuarios que solicitan pagar menos tarifa por el mal servicio y reiteradas promesas de mejoras que no llegan. El propio presidente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) reconocía días atrás que en la línea podía observarse “el déficit de servicio más severo” de la red.
Una nueva sorpresa se llevaron los usuarios de la línea cuando, sin dar la necesaria información para prevenirlos, se cerraron las estaciones que tienen combinaciones con la Línea A, B, C y D. Ante el cúmulo de reclamos SBASE informó que se estaban modificando las curvas del tramo en cuestión para evitar un desgaste prematuro en las ruedas de los coches.
En paralelo, la crisis del material rodante se vuelve evidente. La flota de la línea E está en situación crítica desde hace largo tiempo. Los coches CAF-GEE que prestan el servicio, se encuentran muy deteriorados y afectados por la presencia de componentes con asbesto por lo que enfrentan sus últimos días con constantes desperfectos técnicos.
En horas pico deberían funcionar entre 12 y 15 trenes, pero sólo corren 6. Para tener una frecuencia similar a la de otras líneas, la E debería tener una flota de 18 trenes. La disponibilidad de trenes se vio afectada porque algunos fueron apartados para sumarles un coche (las formaciones de la Línea E suelen tener 4 coches y no 5 como el resto de las líneas) y otros para reperfilado de ruedas.
Los coches Fiat Materfer, que en un primer momento dieron algo de aire a la situación, tampoco dan abasto. Muchos de ellos le fueron transferidos a la línea E desde las líneas A y D, sin que siquiera pasaran por una reparación general. Algunos, aseguran, están pasados de kilometraje.
La delicada situación de la flota se vio reflejada cuando los trabajadores de la línea apuntaron a que en horas pico, cuando deberían correr unos 12 trenes, no funcionan más que seis, una cantidad luego confirmada por SBASE. Durante el resto de la jornada, cuando deberían funcionar 8, no andan más de 3 o 4.
Si el objetivo es alcanzar una frecuencia de tres minutos y medio como promete SBASE para fines del año que viene, deberían circular al menos 18 trenes, el triple de la flota actualmente operativa.
La situación del material rodante es tan precaria que, cualquier desperfecto o alteración, por más pequeña que sea, provoca un trastorno mayúsculo. La escasa cantidad de trenes en condiciones llevó a un empeoramiento severo de la frecuencia. Muchos usuarios, de hecho, prefieren otras alternativas a tomar la línea E debido a la mala calidad del servicio, las demoras y las cancelaciones.
El sábado 10 de noviembre los trabajadores hicieron pública una noticia poco difundida, la noche anterior, alrededor de 200 metros de catenarias nuevas cayeron en la cochera Virreyes, impactando sobre al menos tres formaciones allí estacionadas. Las ménsulas cedieron, pero nunca se aclararon los motivos.
En twitter se puede seguir una cuenta muy útil para realizar un seguimiento instantáneo de su funcionamiento que se llama @LineaEyPremetro. Allí realizaron un análisis del mes de octubre que arrojó como resultado que sufrió casi 90 alteraciones al servicio durante 137 horas y 36 minutos. Y que la línea funcionó bien sólo tres días de los 31 que tuvo el mes.
Por lo pronto, algunos vecinos proponen eliminar la “t” intermedia del subterráneo para denominar “suberraneo” a un transporte que en los últimos años se ha destacado por la suba del valor de su pasaje y no por la calidad del servicio que brinda.
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