Durante los últimos días, vecinxs de la intersección de la calle Rosario y el pasaje San Ireneo vienen notando la circulación de operarios dentro del predio donde funcionó el colegio Santa Rosa y que, desde hace años, se encuentra abandonado. Alertados por ellos, Revista6 se acercó al lugar y pudo constatar que dentro del edificio (del lado del pasaje San Ireneo) hay elementos de trabajo que no se encontraban anteriormente allí. Escaleras, luces de obra y cables dibujan un paisaje nuevo en el inmueble que encendió las alarmas. Asimismo, la presencia de un volquete contenedor de escombros que podría haber aportado más precisiones sirvió de puntapié a una seguidilla de interrogantes que inquietan.
Desde la redacción nos comunicamos con el teléfono que figuraba en el volquete, que tenía el nombre de VOLQUETES CIUDAD, donde nos informaron que el mismo había sido contratado por un particular para ese domicilio sin brindar mayores especificaciones, tan solo que sería retirado al final del día. Curiosamente, la empresa dueña del volquete está registrada en la ciudad de Buenos Aires con una dirección (Avenida Gaona 1133) que corresponde al mismísimo monumento al Cid Campeador, algo verdaderamente imposible.
Recordemos que el ex colegio Santa Rosa cerró sus puertas en 2012 sin dar mayores explicaciones. El argumento económico esgrimido nunca convenció frente a la continuidad del resto de los colegios que la Congregación Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús siguen conservando (Santa Rosa Centro, Cabrini de Flores, el Villa Amelia, etc.) Las familias más antiguas del colegio testimoniaron conocer a uno de los herederos de Madre Cabrini (fundadora del colegio), quien dejó asentado en aquel encuentro un legado donde la fundadora expresaba que ese lugar debía ser siempre un establecimiento educativo. Así lo reclamaron alumnxs y ex alumnxs, quienes intentaron evitar su cierre sin conseguirlo y que, actualmente, siguen nucleados y luchando para que se reabra. Lxs vecinxs del inmueble hacen equilibrio entre los riesgos de tener un edificio de esa envergadura abandonado y los intentos de constructoras privadas (apadrinadas por el propio Gobierno de la Ciudad) de levantar edificios en ese terreno en detrimento de los ya existentes en el pasaje San Ireneo. El Frente de Todos presentó, junto a la comunidad educativa del distrito escolar Nº 8 y lxs vecinxs, un pedido de expropiación en la Legislatura para reconvertirlo en institución educativa pública como una posibilidad de suplir las vacantes escolares que escasean año a año. El Gobierno de la Ciudad también ha utilizado el poco convincente argumento de lo económico para no realizar la expropiación.
El movimiento de obra se da en un contexto de restricciones vigentes para esa actividad que finalizarían recién el 11 de junio, razón por la cual todo queda envuelto en sombras. El comunero Osvaldo Balossi, consultado al respecto, confirmaba que no existe pedido de obra alguno para el ex colegio Santa Rosa. “Tampoco sorprende que intenten avanzar en épocas de restricciones con una obra impopular que tiene el rechazo de lxs vecinxs, como lo hicieron el año pasado durante la Fase 1 sobre los terrenos de Avellaneda y el puente de Caballito con el proyecto ilegal de Ciudad Palmera, donde la constructora había conseguido un permiso ilegal del GCBA y habían puesto un cartel de obra apócrifo. Por eso es fundamental estar atento a estos movimientos que perciben lxs vecinxs”.
El predio es un patrimonio simbólico cultural del barrio muy importante. Al día de hoy existen redes y grupos de ex alumnxs, docentes y vecnixs que han construido su historia dentro sus paredes y que son, junto con organizaciones del barrio, las voces que piden que no se convierta en un proyecto inmobiliario especulativo más de lo que hay en la comuna avalado por gobierno de Larreta y que luchan por su uso de fin público.
Dejar un comentario:
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.