En la celebración de los 201 años de nuestro barrio, todavía resuenan los ecos del Bicentenario. Su historia, su presente, su futuro. Sus disputas, sus luchas. Su belleza y las fuerzas que quieren destruirla. Desde Revista6 recorremos brevemente el origen de Caballito, como llegamos hasta acá y hacia donde queremos ir.
A fines del siglo XVIII fue conocido como los “Pagos de Requejo” gracias a la presencia de Don Antonio Requejo reconocido como el primer poblador del barrio y quien construyó su casa en los terrenos de la actual Av Rivadavia y Hortiguera. Años después, con la llegada de los primeros inmigrantes provenientes de Italia y España, entre ellos el genovés Nicolás Vila, nuestros pagos se irán poblando lentamente. El xeneize Vila será el protagonista que le dará nombre a nuestro barrio gracias a una veleta de latón con forma de caballito que fijó en lo alto de su pulpería que se situaba en la esquina sudoeste de Av Rivadavia y Emilio Mitre. La compra de este terreno por parte de Vila a Antonio Ávalos, el 15 de febrero de 1821, fue la fecha en la que se fijó el nacimiento de nuestro barrio que hoy cumple 201 años.
La presencia de esta veleta será la característica distintiva de la zona que pasará a llamarse “Caballito” con el paso de los años. Territorio que en su creación perteneció al Partido de Flores hasta que, en 1880 al federalizarse la ciudad, se incorporan los partidos de Flores y Belgrano a la municipalidad de Buenos Aires. Recién en 1968, bajo ordenanza municipal, se oficializa la creación del barrio “Caballito” junto con otros 46 más y dará por límites las calles que actualmente mantiene: Av Juan B. Justo, Av San Martín, Av Gaona, Av Ángel Gallardo, Río de Janeiro, Av Rivadavia, Avenida La Plata, Av Directorio, Curapaligüe y Donato Álvarez.
La fisonomía del barrio iría cambiando al ritmo de la inmigración, el desarrollo urbano y la llegada de nuevos medios de transporte para la segunda mitad del siglo XIX como fueron el tren (1857) y luego el tranvía (1871). A lo largo del “Camino a San José de Flores”, hoy conocido como Av Rivadavia, se fueron asentando palacios y residencias de familias acaudaladas de la ciudad. A medida que uno se alejaba de la arteria principal, el Camino de Gauna (Av Gaona) al norte y Río Cuarto (Av Pedro Goyena) hacia el sur, resaltaban las quintas, descampados y hornos de ladrillos.
En 1914 llegó el subte de la línea “A” a Caballito y la conexión directa y rápida al centro de la ciudad impulsó al barrio a un crecimiento vertiginoso. En pleno siglo XX comienza a poblarse y surgen los primeros mercados, sociedades de fomento, clubes, se crean los primeros hospitales, escuelas y parques. El paisaje de quintas, palacios y hornos de ladrillo irá perdiendo lugar con el paso de los años para transformarse en un barrio de viviendas.
El hecho de estar en el centro geográfico de la ciudad y ser uno de los pocos barrios en contar con todos los transportes terrestres (tren, tranvía, subte, colectivo) lo convirtió en un lugar de tránsito y eso mismo lo caracteriza hasta nuestros días. Muchas personas tienen y tuvieron alguna historia con nuestro barrio, ya sea por haber visitado la feria de libros del Parque Rivadavia, haber asistido a algún recital o partido en la cancha de Ferro o por haber estudiado en algún colegio del barrio. Caballito siempre estuvo ahí.
Hoy es uno de los barrios más grandes de la Ciudad de Buenos Aires. Seguramente pocos otros barrios cuenten con los servicios, comodidades, infraestructura y acceso que tiene Caballito. Pero también en los últimos años Caballito se ha vuelto sinónimo también de cortes de luz, de saturación de los servicios, de expulsión de sus familias por el encarecimiento de los alquileres, la demolición de casas bajas y PHs a medida que se levantan torres de alturas infinitas. Sus espacios verdes en la pandemia explotaron y se saturaron. Los conflictos por el futuro del barrio se agudizan día a día. Contra el shopping de IRSA, por un parque en el Playón Ferroviario, contra la destrucción de Honorio Pueyrredón, por la recuperación del Colegio Santa Rosa, contra el individualismo acérrimo, la solidaridad y la comunidad. Mientras la fuerza gobernante parece solo apostar a la burbuja inmobiliaria, entre la oposición política, los clubes, las murgas, las asociaciones barriales, las huertas vecinales, los colectivos organizados y la ciudadanía comprometida se proyecta un barrio más solidario, con mejor calidad de vida, con más y mejores espacios verdes. El barrio en el que queremos vivir. Por la promesa de ese barrio y para hacerla realidad existe Revista6.
¡Feliz cumpleaños Caballito! Larga vida al barrio de nuestro corazón.
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